Hace un par de años estaba en Alemania disfrutando de la Copa de Mundo de Futbol, desafortunadamente la selección española no pasó de cuartos de final, y la selección alemana no llegó a la final. Eso sí, yo me lo pasé fenomenal.
Hoy estoy en España, y la final de la Eurocopa será entre Alemania y España. Aún no sé quién ganará, pero lo que sí sé es que echo de menos no estar en Alemania, aunque claro, me gusta estar en España. ¡Qué dilema!
La verdad es que sería fantástico que nos pudiéramos “teletransportar” y estar en cualquier sitio en cualquier momento, en cuestión de segundos.
En cierto modo, lo podemos hacer hoy en día mirando canales de TV o páginas webs de otros países, con llamadas de teléfono y sms a nuestros amigos o familiares en el otro país; pero todo esto sólo nos ayuda a estar en el otro lado en pensamiento (o por los recuerdos de otros momentos), pero no físicamente.
Eso nos ocurre cuando estamos navegando en Internet, quizás sentados en el sofá de casa pero metidos en un foro discusión de California. O por ejemplo desde ese mismo sofá de casa escribir un e-mail a una profesora que está en el desierto al otro lado del mundo.
Afortunadamente podemos estar físicamente en un sitio, y nuestra mente en otro; pero con la tecnología podemos estar realmente en un sitio y virtualmente en otro. Lo que pasa es que al final se tiene la sensación de no estar en ningún lado.
En fin quizás debería coger un avión e irme a Alemania a ver la final, o simplemente quedarme en España y verla aquí. ¿Alemania o España?