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Hace unas semanas, o mejor meses, he aumentado mi presencia online, intentando no dejar la offline totalmente off. Quizás por el trabajo, quizás por lo personal, la vida online está comiendo terreno a mi vida offline...
De hecho quizás debería cambiar mi blog de “realidad o virtualidad” a “offline or online”… no, mejor, no…
Y a pesar de que paso mucho tiempo online, y disfruto mucho, y me adapto (como inmigrante digital) a todas esas formas de comunicarse, aún sigo prefiriendo el contacto cara a cara, verse u oirse y charlar de cerca (siempre que sea posible).
También he descubierto que lo que llaman presencia online no me gusta tanto como la presencia offline; y lo he descubierto cuando me han sugerido que para una reunión fuera invisible offline, que sólo estuviera visible online.
¿Y qué es ser visible online? Pues eso, actuar muchas veces bajo un seudónimo, sin tu propio nombre, sin tu cara, sin el tono de voz…. en fin…no, mejor, no…
Porque además esa palabra, visibilidad, tiene una connotación tan física, tan de salir y que te vean, que parece raro combinarlo con la palabra online, que por un lado es estar en todos los sitios (de nuevo presencia online), pero también tiene su punto de esconderse.
Entonces ¿hay que elegir entre la vida online y la offline?... no mejor, no…
… y mañana es 1 de Noviembre…
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