sábado, 29 de noviembre de 2008

¿Teatro en directo o sofá?

.
Hoy tengo una amiga que estrena una obra de teatro como directora, ha estado trabajando muy duro, y con mucha ilusión. Estaré allí para estar con ella en el estreno y disfrutar de una obra de teatro, para vivir en directo cómo los personajes manejan la historia, y como la historia les maneja.

Y es curioso, que hoy pensaba que el teatro es un estar cara a cara con la acción, con los personajes y también con los actores; bueno, es como ir a un concierto, estar cara a cara con los músicos.
Siempre he disfrutado con los conciertos, y he estado en unos cuantos, y además en lugares variados (incluso exóticos por poner un nombre a una casa semiderruida); con el teatro, quizás menos, y casi siempre “arrastrada” por esta amiga; y bueno, también para ver alguna “performance” de baile moderno, o algún musical de colegio donde actuaban mis sobrinos…

…Y mis pensamientos se han parado en hoy en día, nos acoplamos a una televisión, o delante de un ordenador, y disfrutamos de películas, conciertos y también incluso obras de teatro; nos metemos en los personajes, en la historia igualmente (acabo de ver una peli de un niño huérfano y me he puesto a llorar como una tonta, y eso que acaba bien), y nos dejamos llevar, pero, ¡¡¡por favor, a través de una pantalla!!!!

Y ahí, es donde han llegado mis pensamientos, y se han quedado clavados.

Sí, es el mundo audiovisual, estamos metidos en este mundo, de hecho, yo, a mi manera contribuyo, y sin embargo, hemos perdido el contacto real, el directo, el estar ahí; porque no vale decir "corte, otra toma, por favor", ni rebobinar para ver la secuencia que nos encanta “tropecientas” veces, o que un foco se apague de repente, o un micrófono chirríe (se acopla), o se olvide una frase y se improvise, o te sale un “desafine” al subir un tono, o al hacer un salto de baile, te escurras…

Creo que no debemos perder la frescura de esos momentos, así que me voy levantando del sofá, y me voy a ir vistiendo, que no quiero (ni tampoco se puede) llegar tarde al teatro!!

Bueno, luego es posible que vaya otro día para grabarlo en video…
.

sábado, 22 de noviembre de 2008

¿Generación real o virtual?

.
Hoy me pregunto qué significa ser, como diría mi sobrina (ver uno de mis primeros blogs), "de otra generación", y si realmente se pertenece a una u a otra, o si podemos ir cambiando de generación a medida que cumplimos años.

Si la tecnología va cambiando, "evolucionando", y el ser humano se supone también evoluciona, o se adapta a estos cambios, y a otros, sociales, culturales, económicos, hasta sexuales, etc, etc; entonces, no deberíamos pertenecer a una generación sino a varias.

Entonces, ¿los cambios de generación se producen en la vida real, la de la calle, la del ser humano tal cual? ¿o los cambios de generación se producen en el mundo virtual, la tecnología que nos cambia?

En concreto, si los cambios de generación se basan por ejemplo en una Televisión, hoy en color, ayer en blanco&negro; hoy digital, ayer analógica; hoy pantalla plana, ayer "pedazo de trasto que pesa un montón"...

...vamos a realizar un pequeño test(palabra anglosajona) o cuestionario, para saber de qué generación somos:
1- ¿quién tiene aún una TV en blanco&negro? - Yo, no, bien!!
2- ¿quién tiene ya el decodificador digital? -Yo, sí, bien!!
3- ¿quién tiene pantalla plana?- Ehhh, yo aún, no....

Resultado: ¿de qué generación soy?
.

sábado, 15 de noviembre de 2008

¿Timidez o Internez?

.
No me considero una persona tímida, porque después de tener que dar una conferencia delante de unas cuantas personas (sin saber con qué mano coger el micrófono, y con qué mano señalar a la pantalla); o ponerme a bailar y cantar en una fiesta como una “posesa” (sin pensar en las fotos comprometidas que me están haciendo); o bailar sevillanas en la Feria de Abril sin saber bailar sevillanas (en una caseta llena de sevillanas); bueno, todos esos momentos en que perdemos la vergüenza, y hacemos el ridículo!!

Sí, es bueno hacer el ridículo alguna vez, mejor, varias veces; perder la vergüenza, y vencer la timidez; hacer algo porque quieres hacerlo (te sale) y no dejar de hacerlo por el qué dirán los demás. Ponerte colorada, esa sensación de que tu cara está roja hasta arriba, y que te arde la cara. ¡Qué corte!

Lo reconozco, soy capaz de hacer muchas cosas en público (sin perder los papeles), y aguantar ese miedo, esa sensación de tener muchos ojos mirándote y observándote, y no estar protegida, ¿acaso la timidez no es una protección?

Ahora bien, cuando estoy en privado, en un tu-a-tu, con un interés más personal o íntimo; cuando aún no conoces a la otra persona, ni te conoce a ti; cuando aún no sabes si estás ligando o no; cuando aún no sabes si le interesas a la otra persona o no; en esos primeros momentos necesito protección, me vuelvo tímida.

¿Y cómo vencer esa timidez? Pues, sí, lo he descubierto, las nuevas tecnologías (bueno, ya no son tan nuevas) me ayudan.

¡Qué fácil es mandar un sms en vez de llamar para quedar a tomar un café! ¡Qué fácil es mandar un e-mail en vez de hablar para acercarte a alguien! ¡Qué fácil es chatear para contar cosas que no contarías casi nunca cara a cara y al principio! ¡Qué fácil poner en Facebook una foto y un comentario de lo guapa que está la otra persona, sin ponerte roja! ¡Qué fácil meterte en Internet, en un foro , y opinar, discutir y hasta ligar! ¡Qué fácil es escribir en un blog y decir lo que quieras!

¡Acepto mi timideZ en muchos momentos, pero gracias InterneZ por protegerme en otros momentos!!
.

sábado, 1 de noviembre de 2008

¿Despedidas con sonrisas o con lágrimas?

Las despedidas duelen, sean para un tiempo y sobre todo si son para siempre…

Cuando me voy de viaje, para unas vacaciones, o para estudiar en otro sitio o para trabajar en otro país, las despedidas de la familia o de l@s amig@s, son mezcla de alegría, por lo nuevo que viene, y de tristeza, por lo que dejamos. Mezcla de sonrisas y de lágrimas (como la película de Julie Andrews, bueno, que conste que el título en original, inglés, no tiene nada que ver!); pues eso, miras hacia delante y sonríes, miras hacia detrás y lloras.

Cuando las despedidas son del corazón, yo creo que simplemente lloras, porque si miras hacia delante, no te imaginas sin esa persona; aunque si miras hacia detrás, sonríes, por los momentos tan dulces. De nuevo mezcla de sonrisas y de lágrimas.

Cuando las despedidas son de una ciudad, de un país, de una casa, de un coche, de una oficina, etc., la mezcla de sonrisas y de lágrimas se confunde, aunque mires hacia detrás, hacia delante, hacia arriba o hacia abajo, o hacia un lado.

Cuando las despedidas son virtuales, al acabar un e-mail o mejor aún un chat, en Messenger, pones un “smiley”, que bien sonríe (por lo de “smile” :-) o bien tuerce la boca hacia abajo, vamos que llora :-(, imitando quizás la realidad; y además que aquí no miras a ningún, sólo a la pantalla del ordenador.

Cuando las despedidas llevan música, esa canción te persigue, y cada vez que la oyes sonríes y/o lloras, y lo mejor de todo, cantas.

Y cuando las despedidas son de un ser querido, que se ha ido al cielo, o a otra dimensión, o hacia la luz, o hacia otra vida reencarnada… la verdad es que sólo hay lágrimas… aunque ahora, en este instante, sonrío…

…..¡Felicidades!!....
.